Todos dicen que para tener un sitio web operativo hay que tener un servicio de Web Hosting, pero ¿de qué se trata realmente? Aquí volvemos al principio para explicar todo lo que necesitas saber sobre el Web Hosting. Si algo se nos ha pasado por encima, o no encuentras la respuesta a tu pregunta, ¡haznos saberlo en nuestras páginas de Twitter o Facebook!
El santo grial de todos los bloggers o comerciantes web entre nosotros es desarrollar una base fiel de lectores o clientes que vuelven una y otra vez para leer nuestro contenido o contratar nuestros servicios. Sin embargo, para llegar a este punto, primero es necesario que nuestra página web, o cualquier información que queremos compartir, sea presente y ubicable en internet. Simplemente, si el sitio no está en un lugar accesible por los navegantes, no será encontrada, y nuestro sueño de ser un gran empresario web no se cumplirá.
Para que una página esté disponible para verse en la World Wide Web, tiene que estar hospedado en un computador o servidor que esté conectado al internet. El computador o servidor que aloja la información es el anfitrión o el ‘host’. Cuando la información alojada esté solicitada por un navegador o buscador, el computador/servidor la sirve, permitiendo acceso y localizándola en la red. Este alojamiento de datos online en un servidor es el concepto básico del Web Hosting, que literalmente se traduce como tal en el español: ‘alojamiento web’.
Metafóricamente hablando
Para entenderlo mejor, podemos apropiar la misma idea del alojamiento en un hogar y aplicarla a este escenario online, donde la vivienda corresponde a tu página web, y el recinto en el cuál se ubica, al servidor o computador. Tal como un recinto puede ser cualquiera – una casa, un condominio, un edificio grande – así el servidor o computador también puede tomar cualquier forma – una maquina personal, comercial, o de un servicio de hosting – . Asimismo puede estar en cualquier lugar del mundo, que sea en tu casa, la bodega de un vecino, o un data center en Noruega.
Si para vivir cómodamente, poder comunicarse con la sociedad y recibir amigos es necesario que tu vivienda cuente con electricidad, un número de teléfono y una dirección; del mismo modo lo importante para poder compartir tu información en la red es que tu página tenga electricidad, una conexión a internet, una dirección IP dedicada y un dominio.
Las razones para los primeros dos son bastante obvios – necesitas electricidad para alimentar tu servidor o computador, y una conexión a internet para asegurar que tus datos se encuentran online. Pero, ¿una dirección IP y un dominio? Si el servidor es el edificio, entonces la dirección IP del servidor corresponde a las coordinadas geográficas. Visto que las coordinadas geográficas son difíciles de acordar, ya que son identificadores ocupados en su mayor parte en instancias técnicos, cada edificio también cuenta con una dirección postal, que en este caso corresponde a nuestro dominio. Entonces el dominio es básicamente el ‘apodo’ o ‘indicador’ de una dirección IP, que sea fácil de recordar y señale la ubicación de nuestra página. Como estamos en Chile, lo podemos asimilar también a la diferencia entre el RUT y el nombre de una persona – donde el RUT es la dirección IP y el nombre, el dominio.
Un tamaño no vale para todos
Aunque podrías en teoría alojar un sitio tú mismo, usando tu PC como un servidor web, en Chile mayoritariamente se contrata a un proveedor de servicios de hosting. En estos casos, los datos que alojas en el servidor se gestionan remotamente a través de un panel de control.
Ahora, tal como las viviendas vienen en varios tamaños y formas, con distintos recursos y niveles de responsabilidad – y eso dependiendo también si uno es dueño o arrendatario – , así las ofertas de hosting tienen una variedad de recursos y alcances de responsabilidad según el plan o tipo de alojamiento que eliges.
Del sofá..
Primero tienes la opción de un Web Hosting gratis, que por supuesto es la oferta más económica de todas, y que podría asimilarse en nuestro mundo metafórico al ‘couchsurfing’. Como el couchsurfing, con esta opción no pagas para arrendar el espacio y aún recibes todo lo necesario – electricidad, alimentación, conexión a internet y una dirección dedicada – pero sin estar en control, y por lo tanto tienes muy poca flexibilidad o recursos adicionales. Un web hosting gratis te podría convenir si no eres muy exigente y no necesitas mucho espacio. Como tal, esta oferta es más apta para los que quieren probar un servicio antes de comprometerse o tantear el terreno antes de lanzar un sitio completo.
..A un departamento..
En el caso del hosting compartido, este es más parecido al arriendo de un departamento. Tal como arriendas un espacio para vivir dentro de un edificio, donde tú eres responsable por la decoración, seguridad y mantención diaria de tu departamento, pero al fin y al cabo el conserje y dueño tienen la responsabilidad para el cuidado del edificio total, con el hosting compartido tu eres completamente responsable por el contenido de tu espacio en el servidor, pero el proveedor es responsable por la maquina en sí. Con esta opción tienes más recursos para guardar y subir tu información, una cantidad más alta de cuentas de correo, y más libertad para agregar elementos de diseño web cómo y cuando quieras. Además tienes el lujo de siempre poder correr al soporte técnico cuando surge un problema, y saber que el proveedor de servicios se encargará de la seguridad, gestión y conectividad del equipo. Aunque los recursos y control que ofrece un servicio de este tipo son limitados, el gran beneficio es el precio, ya que se comparten los gastos entre todos los arrendatarios.
Efectivamente como existen departamentos de 1, 2, 3 y 4 dormitorios, así existen también distintos planes de hosting compartido que difieren en recursos según el espacio adjudicado, por lo cual puedes elegir el que más se ajusta a la escala de tu proyecto. Típicamente estos tienen nombres así como: el hosting económico, hosting standard, hosting pyme y hosting empresarial.
La asimilación se extiende a los dominios y direcciones IP. Con el hosting compartido, cada espacio arriendado dentro del servidor tiene su propio dominio (o múltiples dominios dependiendo del plan), pero todos tienen la misma dirección IP – la dirección del servidor. Justo como cada departamento tiene su propio número adentro de un edificio que tiene una sola dirección postal, o coordinadas geográficas. Por esta razón, a la hora de contratar un servicio de hosting compartido es importante considerar las actividades de tus ‘vecinos’ y ser consciente de la actividad de uno mismo también, ya que el comportamiento negligente de uno puede perjudicar al servidor en conjunto.
..a un condominio, una casa y más allá.
Como en el caso de los departamentos, no importa el servicio que contrates, los recursos y espacio proporcionados dentro de un plan de hosting compartido son limitados, lo cual restringe el rendimiento y funcionalidad de tu sitio. Si tu plan de hosting compartido ya te queda chico, puede ser hora de contemplar un servicio de Hosting Reseller, que ofrece algo más de libertad de uso pero con todas las ventajas de un hosting compartido – parecido a las condiciones dentro de un condominio.
Sin embargo si tu sitio recibe grandes cantidades de tráfico, o maneja información de naturaleza confidencial, será necesario apoderarse de un servidor entero y tomar el control completo del espacio. No entraremos en detalles aquí – para saber más pasa a las secciones de Servidores VPS y Servidores dedicados dentro de este blog.
Web Hosting en Chile
En Chile, dónde los índices de conectividad son los más altos de América Latina, el web hosting es un comercio grande, y existen una multitud de proveedores de servicios que ofrecen planes de hosting. Aunque puede parecer una tarea monumental elegir una oferta entre todos aquellos, siempre es recomendable tomar en cuenta la función que cumplirá tu sitio, en conjunto con los siguientes factores: la velocidad de carga, el espacio adjudicado, la cantidad de recursos ofrecidos, cuantas cuentas de hosting se alojan dentro de un servidor, donde se ubica el servidor, donde está el servicio de atención al cliente, con qué panel de control trabajan, si ofrecen servicios de diseño web (para tener un servicio integrado), entre otros.
En resumen
En esencia, el web hosting, o alojamiento web, se trata del hospedaje de datos, sitios, sistemas de ventas, archivos de multimedia, etc., en un computador o servidor que esté conectado al internet y por tanto puede poner tu contenido a la disposición de la red de surfistas web, y servirlo cuando esté solicitado por un navegador. Al contratar un servicio de web hosting, estás efectivamente arrendando un lugar en un servidor, y el proveedor del servicio es como el conserje, encargado de la seguridad y mantenimiento del equipo.
Hay una gran variedad de planes de hosting disponibles en Chile, e independiente de que tu proyecto se trate de un blog de una página o un sitio de e-commerce con varios niveles, habrá una oferta que se ajuste a tus necesidades y tu bolsillo. Ahora, ¡buena suerte y feliz búsqueda!